by Mario Vega
As I shared on an earlier blog, the leader is a Christian who shares his faith with a small group of friends in a house. The leader is not necessarily a preacher. When one thinks of the leader as a preacher, the cell falls into the trap of the mini-service syndrome. Therefore, the leader should be encouraged to stick with the theme of the cell material given to him.
From that perspective, the training to be a leader is very different than the one needed to be a preacher. A leader needs to be trained in relation to the effective way to share his faith with people who have no knowledge of the gospel.
One way to do this is to hvae a different two types of training, one for cell leaders and one for future pastor/preachers. The leader’s training should be kept simple and uncomplicated. While preachers direct their teachings to Christians, the leader directs it to non believers. While the primary objective of the preacher is the theological formation, the leader’s focus is evangelization. While the preacher exercises his ministry in the church’s building, the leader exercises it in the houses. The training must be focused and limited to those areas.
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Mario
Translation into Spanish
Entrene para evangelizar.
Como se dijo anteriormente, el líder es un cristiano que comparte su fe con un grupo pequeño de amigos en una casa. El líder no es necesariamente un predicador. Cuando se piensa del líder como un predicador, la célula se ve expuesta a incurrir en el síndrome del mini-culto. Por ello, el líder debe ser animado a solamente presentar su fe en torno al material para la célula que le ha sido entregado.
Desde esa perspectiva, el entrenamiento para ser líder es muy diferente que el que se necesita para ser un predicador. Un líder necesita ser entrenado en relación a la manera efectiva de compartir su fe con personas que no tienen conocimiento del evangelio.
Una manera de contribuir a ese propósito es establecer una diferencia entre el entrenamiento de los líderes y el entrenamiento de los predicadores. La formación del líder debe mantenerse básica, corta y sin complicaciones. Mientras que los predicadores dirigen sus enseñanzas a cristianos, el líder lo hace a no creyentes. Mientras que el objetivo fundamental del predicador es la formación teológica, el del líder es la evangelización. Mientras que el predicador ejerce su ministerio en el edificio de la iglesia, el líder lo hace en las casas. El entrenamiento debe enfocarse y limitarse a esas esferas.
